Marcelo Peretta, secretario general del sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos, dijo a radio Del Plata que el gremio detectó aumentos del 39por ciento en los últimos 90 días y que, en algunos casos particulares, superó el 100 por ciento.
“Esto repercute negativamente en la gente, que llega a la farmacia, consulta precios, y si el medicamento sale 400 y y 500 pesos se va. Eso nos toca ver desde el mostrador de la farmacia”, se lamentó.
Según Peretta, “el que produce y fija el precio del medicamento es el laboratorio; en la Argentina existen cerca de 300 compañías farmacéuticas bien desarrolladas que no necesitan que tengan los márgenes de utilidad que tienen, excepto que el medicamento esté bajo patente”.
“Es importante que el Estado se involucre en regular el precio de los medicamentos, porque al ser un bien esencial no puede estar sujeto a las reglas del mercado”, consideró.
Para el dirigente, “ninguna administración puso precios límites; el lobby de los laboratorios es impresionante. Presentan canastas de medicamentos que no resuelven el tema, que no alcanzan, que no son los productos más utilizados”.
“Por eso nosotros recomendamos la aplicación de la ley 25.649, que es la prescripción por nombre genérico”, señaló. Y agregó que “si el Estado saliera a promocionar la vigencia de esta legislación, insistiendo que el médico no puede poner la marca del medicamento en la receta y sí solamente el principio activo, es el paciente junto al farmacéutico el que define la marca determinada según el precio que puede pagar el paciente”.
Peretta puso como ejemplo que un antibiótico muy utilizado producido por una marca líder sale 101 pesos y el equivalente genérico sale 32 pesos. “La diferencia es más que significativa. Es bueno que la gente consulte al farmacéutico en antibióticos, analgésicos, productos para la digestión, hay alternativas genéricas”, recomendó.
Además, denunció que hay médicos que siguen recetando las marcas porque tienen un acuerdo con laboratorios. “Hay un lobby muy fuerte de los laboratorios, un negocio espurio, porque se le ofrece al médico un sobresueldo, un porcentual, sobre la cantidad de recetas que prescribe; y se monitorea”, explicó.