Cuando parecía que nada se movía en la CGT oficial y que la calma se extendía, apareció la primera jugada para agitar el avispero y hacer un poco de ruido. El líder del sindicato de peones de taxis, Omar Viviani, convocó a la tropa (propios y extraños) a su sede gremial para empezar a analizar los temas de agenda que considera pendientes en las charlas que llevan adelante con el gobierno nacional. De paso, el taxista intentará marcarle la cancha a los que comandan la central de manera “light” y a los que esperan en silencio lo que suceda con los movimientos en el justicialismo para después actuar.
Este jueves ocho de mayo, entonces, Viviani buscará recibir a las cabezas principales cegetistas con una larga lista de temas a discutir. Se abordará el desarrollo de las paritarias que todavía tienen muchas capítulos por resolver a lo largo de 2014, se pondrán al día sobre el avance de las negociaciones que se encaran para conseguir los siempre urgentes fondos de las obras sociales sindicales, un tema que inquieta a muchos, y también analizarán lo que dejó el paro realizado por el grueso del sindicalismo opositor el pasado 10 de abril.
El “retiro espiritual” que promueve Viviani durará todo el día y, además, será el contexto propicio para dar el puntapié inicial de los debates del gremialismo de la CGT oficial sobre el panorama político que se avecina con miras a 2015. Las fichas del tablero político comienzan a moverse, las precandidaturas ya son un hecho y la CGT no puede quedar fuera de ese juego si aspira a representar un rol protagónico en la obra.
La iniciativa del taxista es una audaz maniobra para mostrar su capacidad de liderazgo en momentos en los que se pone en duda la firmeza de la gestión de Antonio Caló y no hay a la vista posiciones fuertes que surjan de los otros pesos pesados como Andrés Rodriguez (UPCN), Gerardo Martinez (UOCRA) o los gordos.
La convocatoria de Viviani incluye a los sindicatos que conforman el Movimiento Acción Sindical Argentino (M.A.S.A.), al resto de los gremios de la central y se evalúa acelerar las gestiones para conseguir la presencia de funcionarios del gobierno nacional, lo que sería una buena manera de ganar en paso específico.
La idea que motiva al taxista es comenzar a marcar la cancha y fortalecerse anticipando sus pasos a los movimientos que se aproximan y en los que aspira sacar rédito siendo el primero en golpear y quedando con la posibilidad de golpear dos veces.