La avanzada sobre el empleo público, que promete tener un pico decisivo esta semana con el vencimiento de casi 25 mil contratos y la espiración del plazo que dispuso el Decreto firmado por Mauricio Macri para la revisión de las contrataciones de los últimos años, comenzó por la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN).
En el organismo, encargado de controlar las prácticas de evaluación e inspección de los operadores del mercado de seguros para garantizar el cumplimiento de las legislaciones y regulaciones vigentes, ayer llegaron 65 telegramas que le informaban las cesantías a empleados que cumplían funciones hace años.
Entre los despedidos, muchos de los cuales se negaron a firmar el telegrama, hay trabajadores con muchos años de antiguedad, incluso uno de ellos de más de 20 años de funciones en el Estado Nacional.
Lo curioso del caso es que los telegramas de despidos llegaron sin firma de ninguna autoridad. Al igual que lo sucedido días atrás en la Biblioteca Nacional, ningún funcionario se hace cargo de firmar las cesantías.
Esta tanda de cesantías se suma a 14 anteriores que ya habían ocurrido en la SSN, organismo público descentralizado dependiente del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas.