«Salvo algunos sectores, como la construcción, no se observa hoy un movimiento preocupante en materia de empleo. No hay un movimiento de crecimiento en el desempleo, no vemos razones para la intranquilidad de la gente», subrayó pero confesó que «hay preocupación porque venimos de una economía de recesión».
Las declaraciones, un tanto sorprendentes, sobre todo la que asegura que no hay un crecimiento del desempleo, fueron pronunciadas por Marcos Peña, número dos de Mauricio Macri y Jefe de Gabinete, durante una entrevista con el programa Data emitido por el canal Metro.
El funcionario también advirtió que «la Argentina tiene un nivel del pobreza inaceptable, sea 31, 29 o 30 por ciento» pero cuestionó el informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) que aseguró que hay 13 millones de personas en situación de pobreza, al sostener que fue realizado con «información parcial».
Se trata, claro, del mismo informe que la oposición al gobierno anterior utilizaba sin poner en duda para cuestionar los índices oficiales. Pero también sorprendió el razonamiento siguiente que usó, al defender medidas como aliviadoras del empobrecimiento de la población.
«Varias medidas que se están tomando como Ganancias, las tarifas sociales, las Asignaciones Familiares van ayudar a cambiar esa tendencia», mencionó, cuando la suba de Ganancias se mostró a todas luces insuficiente y hasta contraproducente, y las tarifas sociales se aplicarán a partir de un aumento del 100%.
En el mismo sentido, afirmó que «nuestro desafío con Pobreza cero es ir reduciendo eso. Creemos que se puede hacer y que la generación de trabajo y la baja de la inflación que se va a registrar en el segundo semestre nos llevará a eso». Nuevamente, prometer el efecto positivo al futuro de las medidas impopulares de hoy.
Por último, para lograr “bajar el déficit fiscal” que sería para el gobierno la llave para “salir de la inflación y la pobreza”, explicó que el gobierno está aplicando un gradualismo en los aumentos de tarifas y evita la política de shock de cientos de miles de despidos. Todo indica que el gobierno efectivamente no “ve” bien.