Antonio Caló dio una entrevista a Página/12 en la que brindó su mirada sobre la situación laboral y sindical. Secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica y líder de la que fuera la CGT oficialista durante el gobierno anterior, aseguró que el próximo 1 de mayo, los trabajadores no tendrán “nada para festejar”.
Estos días discute la implementación de la unidad cegetista junto con los otros jefes de las CGT restantes, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, y acuerda medidas de acción común junto con las dos variantes de la Central de Trabajadores Argentinos, la de Hugo Yasky y la de Pablo Micheli. También participa de la negociación de la lista de unidad del Partido Justicialista que encabezarían José Luis Gioja y Daniel Scioli y que él mismo acompañaría como otro vicepresidente. Pero su prioridad, según afirma, es afrontar las cesantías y buscar el modo de evitarlas por ley.
Sostuvo que su sector, el metalmecánico, ya sufrió tres mil despedidos. “Lo más duro ocurrió en Siderar, donde hubo despidos masivos. También en Comodoro Rivadavia, porque YPF dejó de comprarle a proveedores metalmecánicos. Y en Campana, donde los despidos afectaron a compañeros de empresas tercerizadas que le dan suministros a Siderca. Al mismo tiempo hay un goteo de despidos. Uno acá, dos allá, cinco en aquella otra empresa”.
Consultado por el diario sobre si el sindicalismo prioriza una ley contra los despidos o una discusión en un consejo económico y social con sindicatos, empresarios y el Estado, Caló no dudó. “Ya mismo una ley de emergencia ocupacional. ¿No hay emergencias para otras cosas? ¿Por qué no podemos declarar la emergencia cuando ya hay signos de desempleo o registramos muchos casos de desempleo abierto?”
La clave de la ley debería ser para el gremialista la suspensión de todos los despidos por al menos un año. “Después veremos si la situación mejora o empeora y volveremos a discutir”, pero a pesar de que “los funcionarios dicen que va a mejorar”, para Caló la situación está sin dudas “empeorando”.
La ola de despidos es un problema doble para Caló, porque fomenta más despidos desde el sector privado. “Hay empresarios que por ahí tienen resto y ya quieren despedir. Cuando hay una ola como la de los últimos tiempos aparecen los empresarios que se abusan. ¿Sabe qué me dicen? «Y bueno, si el Gobierno también despide»”.
“Esto demuestra qué equivocados están los que minimizan la importancia de los despidos en el Estado. Terminan siendo una señal para los empresarios privados. Una mala señal. Por eso nosotros tenemos que ser solidarios. Yo personalmente acompañé las protestas y las carpas de muchos compañeros, aunque no fueran trabajadores industriales como los de la UOM. Acompañé las protestas de bancarios, de aeronáuticos”.
Con respecto a la unidad sindical, Caló tampoco duda. “Es momento de buscar la unificación. No le está yendo bien a nadie en ninguna rama porque cuando se enfría la economía se pierden puestos de trabajo y se achican los gremios. Es una cadena inevitable de problemas. Si la economía se cae todavía más, sufrirán todos: los metalúrgicos, los camioneros, los gastronómicos, los docentes o los estatales. En estos casos nadie se salva. Nadie.”
Para finalizar, dijo que “el viernes 29 de abril nos vamos a juntar todos para conmemorar el Día del Trabajador del 1º de Mayo”, y aclaró que se trata de conmemorar, “porque hoy no hay nada que festejar”.