La noticia de la habilitación de Uber tomó por sorpresa no solo a los taxistas y a sus gremios, sino incluso a las propias autoridades del gobierno porteño, que tiempo atrás habían sostenido que no podrían aplicar su servicio.
«No tuvimos encuentros formales con Uber. Uber no tiene autos habilitados», dijo ayer el secretario de Transporte de la Ciudad, Juan José Méndez.
Mientras tanto, los conductores de taxis protagonizaron unos 14 cortes en las calles porteñas, producto de un acuerdo entre todas las organizaciones del sector. Luis Fernández, de la Asociación de Taxistas de la Ciudad, lo denominó «la primera marcha» contra Uber.
«Manifestamos nuestro repudio a estas prácticas, estas multinacionales operan al margen de la ley y corren a cualquier gobierno; estamos estudiando también la cuestión legal», aseguró.
José Ibarra, del sindicato de Conductores de Taxis, adelantó que ya el lunes por la tarde presentaron un amparo que busca frenar la puesta en marcha del servicio. Además informó que están analizando organizar un cronograma de protestas.
Omar Viviani, por su parte, del Sindicato de Peones de Taxis, hasta ahora evitó hacer declaraciones públicas, pero tiempo atrás comparó a Uber con un servicio de «remises truchos» y advirtió: «No vamos a permitir que se instale en la Argentina».