Una vez más, el tradicional diario liberal-conservador, como lo caracterizó el sociólogo Ricardo Sidicaro en su estudio sobre el matutino, salió a defender los intereses empresarios con dos editoriales contundentes.
“La prohibición del despido o su encarecimiento desmedido crearían una prevención de los empleadores a contratar nuevo personal o siquiera a reemplazar a los que renuncien o se retiren”, adviertieron en la nota del lunes 25 de abril.
“De esta manera, aparentemente se beneficiaría a los que ya están trabajando, pero se castigaría a quienes estén desempleados, ya que les resultaría mucho más dificultoso salir de esa situación”, continúan con la argumentación.
Pero eso no es todo. Su propia prescripción para fomentar el empleo es, como no podía ser de otra manera, por medio de mayores beneficios para los empresarios y la precarización laboral. “Si lo que se pretende es una política laboral de promoción del empleo, deberían estudiarse mecanismos de flexibilización y, particularmente, la descentralización de las negociaciones de salarios y condiciones de trabajo, privilegiando los acuerdos a nivel de empresa”.
Además elogiaron al gobierno de Mauricio Macri por su acuerdo con los fondos buitres. “Debe ponerse todo el empeño en promover la inversión, que es el único camino para crear empleo genuino y mejorar los salarios. El gobierno de Macri se ha movido en esa dirección en su esfuerzo por salir del default y retornar a los mercados internacionales de capital. El costo del dinero seguramente se reducirá en beneficio de la inversión”.
Como si fuera poco, por último le exigieron al gobierno un mayor ajuste sobre el gasto público. “También deberá disminuirse el gasto público como condición necesaria para asegurar un horizonte fiscal de equilibrio. Sólo de esta forma se logrará vencer el desempleo, la inflación y la pobreza, que algunos creen poder resolver mágicamente con viejas recetas populistas”.
Ayer, además agregaron otra editorial en ese sentido y pidieron flexibilización laboral «La flexibilización laboral y la tercerización, que crean modalidades atractivas para generar nuevo empleo, son demonizadas en los ambientes sindicales y políticos».
Por su parte, la siempre polémica Elisa Carrió, en esta oportunidad secundó al gobierno del que forma parte, y salió a fustigar la ley anti-despidos, asegurando: «Es lo peor que nos puede pasar, porque mientras estemos sancionando la ley, todos los empresarios que quieran despedir van a apurarse a despedir».