La sesión especial pedida por parte del arco opositor necesitaba juntar, al menos 129 diputados para que el debate pueda comenzar, pero no lo logró. El proyecto no pudo ser tratado en el recinto por lo que el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, dio por levantada la sesión.
Horas antes, desde el Frente para la Victoria (FpV) aseguraban contar con 124, a solo 5 de los mínimos necesarios. Sin embargo en el recinto no logró superar los 102 presentes.
La ausencia más notable fue la del Frente Renovador, que a excepción del sindicalista Héctor Daer, no dio quorum y no habilitó el debate. Los liderados por Sergio Massa le habilitaron así una victoria política al macrismo que festejó el fracaso de la cesión como un verdadero logro.
Un factor que llamó la atención fue la ausencia en el recinto de tres hombres de confianza de Hugo Moyano. Es que el líder cegetista en la cámara baja tiene fuerte ascendencia sobre 2 legisladores provenientes del sindicato de Camioneros y su propio hijo, Facundo Moyano.
Tras la visita al parlamento y el acto multitudinario del 29 de abril, en el que el arco sindical en su conjunto pidió un tratamiento urgente de la emergencia laboral, los hombres de Moyano no aparecieron por la Cámara para dar quorum. Ni Facundo Moyano, ni los camioneros Jorge Taboada y Enrique Castro Molina se sumaron a los legisladores que querían aprobar el proyecto.
Más tarde Moyano hijo argumentó que se tratará el proyecto con los cambios propuestos por Sergio Massa la semana siguiente y que no lo corre su padre.
Algo más previsible fue la ausencia de Carla Pitiot. Es que era de esperar que luego de la buena sintonía mostrada entre Luis Barrionuevo y el macrismo, la legisladora proveniente del un acuerdo entre el gastronómico y el Frente Renovador le haga un guiño al oficialismo.
Con este panorama, dos de los convocantes a la marcha del 29A (aunque «Bandeja» se bajó a último momento) no hicieron los deberes para que la norma que promovían desde lo discursivo se apruebe en la cámara baja. ¿Casualidad?.