La Semana Social, convocada por la Iglesia y que reunió en Mar del Plata a sindicalistas, empresarios, funcionarios y movimientos sociales, concluyó con un mensaje en el que se expresa la preocupación por la «fragilidad de la condición laboral de miles» de argentinos, así como los que «viven en la miseria y no cubren sus necesidades más elementales» y se ratificó la importancia del «diálogo y la amistad social» para alcanzar consensos.
Así quedó plasmado en el mensaje final del encuentro, que tuvo como lema «Queremos ser Nación. Necesitamos ponernos la Patria al hombro», y del que participaron -entre otros- la gobernadora María Eugenia Vidal y ministros del gobierno nacional en la apertura, y representantes de las cinco centrales sindicales que ratificaron el camino de unidad del movimiento obrero.
«Hemos ratificado el compromiso de la opción preferencial por los pobres. Nos preocupan los rostros concretos de quienes viven en la miseria y no cubren sus necesidades más elementales. Particularmente tuvimos en cuenta la necesidad urgente de una adecuada nutrición infantil», indica el mensaje final.
Asimismo, se expresa la «preocupación por la fragilidad de la condición laboral de miles de hermanos; situaciones de precarización laboral en que están inmersos buena parte de los trabajadores, que no tienen acceso a sus derechos sociales ni protección del Estado y que son señales de alerta que no se pueden desoír».
A modo de conclusión del encuentro, organizado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social que encabeza monseñor Jorge Lozano, se destacó «la importancia del diálogo, la cultura del encuentro y la amistad social como caminos para lograr el clima necesario para alcanzar los consensos que permitan encontrar las soluciones anheladas».
«Nuestra intención ha sido promover un espacio de diálogo para crecer en la amistad social. En este contexto, de la celebración del Bicentenario de la Patria, queremos alentar el fortalecimiento del sistema democrático, la independencia de los tres Poderes del Estado, promoviendo la participación ciudadana», sostiene la declaración.
Además remarca sus «urgentes preocupaciones por el cuidado del ambiente, la corrupción, el narcotráfico, la adicción a los juegos de azar, como amenazas serias al desarrollo integral y la promoción humana».
«La Argentina es el lugar que amamos, este es el pueblo al que pertenecemos. Aquí queremos vivir, crecer y soñar en nuestra casa común. Para ello es necesario ponernos la Patria al hombro. Comprometiéndonos cada uno desde el lugar que nos toca», concluye el texto.