Un total de 300 operarios, que trabajan en la planta que la empresa Volkswagen posee en Córdoba, serán suspendidos todos los viernes hasta fin de año, debido a que el sector en el que se desempeñan fabrica autopartes que se exportan a Brasil, y la demanda cayó por la crisis de ese país.
Esta medida alcanza a los empleados que prestan servicio en la planta MQ200, la cuál exporta cajas de velocidad al país vecino, y durante los días que sean suspendidos cobraran el 75 por ciento de su salario habitual.
Desde la empresa aseguraron que se realizan «todos los esfuerzos» para evitar el impacto de la situación sobre los trabajadores en el marco de una sostenida caída del mercado externo, particularmente desde Brasil.
Volskwagen junto al Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) acordaron suspensiones rotativas y el reacomodamiento de parte del personal en la producción de otra caja de velocidad, la MQ250, que se produce para modelos de la marca en otros mercados.
«Estamos en una situación que hasta fin de año nos va a tener con suspensiones todos los viernes. Las suspensiones alcanzan aproximadamente al 30% de los trabajadores de planta. Cobrarán el 75% de los haberes caídos», comentó el vocero del Smata Córdoba, Leonardo Almada en declaraciones al diario Comercio y Justicia.