El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), con la dirección de Hernán Letcher, produjo un informe con los datos oficiales del primer semestre de gobierno. Allí se señala que las 22 paritarias cerradas hasta abril lograron un aumento promedio semestral del 18,52 por ciento, mientras que la suba de los precios de los últimos seis meses (en el período noviembre 2015-abril 2016) fue del orden del 25 por ciento.
El resultado implica que los salarios acordados en las paritarias de 2016 han perdido entre 5 y 7 puntos de su poder adquisitivo en lo que va del año. Con lo cual las mejoras salariales no lograron compensar la inflación precedente, significando una caída de salario real superior al 5% en promedio.
Pero el panorama se ensombrece aún más si se tiene en cuenta que dicho cálculo se refiere a los asalariados mejor ubicados del mundo laboral: los registrados, con empleo en blanco y amparados por convenios colectivos. Para los trabajadores informales, la merma del poder adquisitivo es sin dudas mucho mayor.
“En el caso del IPC de la Ciudad de Buenos Aires, los convenios negociados pierden 5,28 por ciento de poder adquisitivo. Para el IPC de San Luis, la cifra es aún más elevada: pérdida del poder adquisitivo del 7,28 por ciento. Y según el índice Congreso, el retroceso es del 6,98 por ciento”, según un párrafo del informe de CEPA.
Con respecto a las paritarias del año pasado, el CEPA advierte que habían logrado aumentos del poder adquisitivo “ubicados entre 1,5 y 6 puntos”. Según los investigadores, las negociaciones de 2015 lograron una suba salarial promedio del 29,68 por ciento, mientras que la inflación acumulada anual fue del 23,50 por ciento, tomando la medición de IPC Bein y Asociados. El IPC de San Luis fue el más alto del grupo utilizado para parangonar salarios con inflación, que estimó en un 27,9. Aún en este caso, señaló el CEPA, en el período 2015 los salarios ganaron un 1,78 por ciento.