El extenso debate de la conducción de la CGT que presidirá hasta el 14 de julio próximo el dirigente camionero tuvo sus bemoles.
Schmid aseguró sentirse «honrado» por la designación y la posibilidad de conducir a millones de trabajadores -en soledad desde la secretaría general o como parte de un triunvirato-; agradeció las palabras de Moyano y expresó que en el movimiento obrero «no hay gremios chicos o grandes sino compañeros».
El Congreso de Obras Sanitarias del próximo 22 de agosto decidirá una nueva conducción unificada, aunque ayer los moyanistas señalaron su «desconfianza» con la posibilidad de que se constituya un triunvirato porque puede «partirse» en seis meses.
«Pablo no integrará la conducción, haya o no triunvirato. No está hoy para esa etapa», afirmó Moyano, desacreditando de esa forma la insistencia en ese sentido de dirigentes como José Ibarra (Conductores de Taxis) y Leonardo Fabre (Asociación del Personal de los Organismos de Previsión Social), entre otros, quienes quedaron «absolutamente descolocados» ante el anuncio.
Para los voceros moyanistas, el triunvirato es la alternativa para las otras centrales porque «el hombre que conduzca a la futura CGT deberá dedicarse el día entero a esa tarea y, Héctor Daer, por ejemplo, no podrá hacerlo por sus compromisos como legislador».
Schmid, jefe del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento (DRAGyBAL), reseñó ante sus pares su historia de luchas y recordó que fue «perseguido y detenido en los años de la dictadura», lo que pareció apuntar de forma directa al corazón de quienes lo cuestionan como futuro líder por tener «un sindicato chico».
«De forma previa al Congreso de agosto se negociará con las otras líneas del movimiento sindical para coronar la tan deseada unidad», aseguró Schmid, también titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) -250 mil afiliados- y de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), que registra unos 25 mil cotizantes.
El dirigente marítimo explicó que el Estatuto de la central obrera señala de forma concreta que «no puede haber tres secretarios generales», aunque Schmid justificó el deseo de algunos en ese sentido al expresar que «se está construyendo un proceso de reunificación y puede que haya una transición de un año».
El bombazo de Moyano abrió «un amplio debate» entre los dirigentes y la mayoría respaldó la postura del dirigente camionero.
Schmid fue apoyado de inmediato por gremios como panaderos, entidades deportivas y civiles, seguro, petroleros, pilotos y aeronavegantes ante «la insistencia de quienes deseaban a Moyano (h) en la conducción», por lo que Hugo debió ratificar su postura.
«Hugo Moyano es un líder nato que sabe de los tiempos políticos que se avecinan y confía en la capacidad de Schmid, como muchos de nosotros. El país no vive ya etapas en las que un gremio grande debe obligadamente conducir la unidad. Ello está reservado para aquellos que tienen capacidad de negociación y conducción y, por eso, también confiamos en el rol de Pablo Moyano en el lugar que le toque ocupar en la próxima etapa», enfatizó el titular de aeronavegantes, Juan Pablo Brey.
Además, el dirigente preguntó a sus colegas a qué sindicatos «chicos» se referían, cuando «Schmid lidera a casi 250 mil trabajadores nucleados en la CATT y en la FeMPINRA».
Schmid, uno de los dirigentes del círculo íntimo de Moyano y de los hombres más leales al camionero, ratificó como plataforma directriz «el documento de cinco o seis puntos leído el 29 de abril en ocasión de la marcha hacia el Monumento al Trabajo».
Las otras dos CGT (Alsina y Azul y Blanca) insistirán de seguro con la propuesta de un triunvirato, para el que propondrían a Daer (Sanidad) y a Carlos Acuña (estaciones de servicio).
Las cartas están echadas, aunque falta saber cómo se negociará con el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) -que reúne a más de 50 sindicatos- y exige la conformación de un cuarteto para instalar al líder de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sasia.