En una nueva avanzada de despidos en el sur del conurbano bonaerense, el intendente de Quilmes, el cocinero Martiniano Molina, resolvió cesantear a otros 420 trabajadores municipales.
La decisión del jefe comunal de Cambiemos fue repudiada desde ATE, gremio que ayer marchó en reclamo de reincorporaciones de todos los empleados que quedaron en la calle.
Claudio Arévalo, secretario General de ATE Quilmes comentó en comunicación con la radio local Ahijuna, que los cesanteados desempeñaban tareas en las áreas de desarrollo social, jubilados, empleo, unidades sanitarias y delegaciones.
Entre quienes quedaron en la calle se encontraban 13 delegados gremiales, que por tratarse de una maniobra ilegal debieron ser reincorporados de inmediato.
Otra suerte corrieron el resto de los despedidos, entre los cuales algunos tienen problemas de discapacidad o enfermedades terminales, y en estas condiciones se quedan sin obra social.