En un comunicado de prensa, el secretario gremial de Aleara, Ariel Fassione, señaló que «más allá de las cuestiones administrativas o burocráticas que deban resolverse entre el Instituto de Juegos y Casinos y la empresa concesionaria, advertimos que no estamos dispuestos a sufrir la pérdida de días de trabajo o fuentes laborales».
Agentes fiscalizadores del gobierno mendocino procedieron ayer a la clausura del establecimiento bajo el argumento de que el grupo concesionario se encuentra «en concurso preventivo de acreedores y además mantiene una deuda por diferentes ítem con el estado provincial», situación que fue rechazada por los empresarios.
En la sala ubicada en el Hotel Intercontinental de la ciudad de Mendoza cumplen funciones aproximadamente 250 empleados de juegos «que de ninguna manera pueden ser víctimas o rehenes de una situación ajena» provocada por «diferencias entre la empresa y el organismo encargado de su control», indicó el sindicalista.
«Siempre apoyamos todas las gestiones e instrumentos que otorguen mayor control y transparencia a nuestra actividad, pero nos opondremos a que se haga a costa del bolsillo o puesto de trabajo de nuestros compañeros», agregó Fassione.
Finalmente, el dirigente expresó la preocupación gremial «por las versiones no desmentidas por las autoridades que hablan de que la clausura provisoria podría extenderse en el tiempo».