“En realidad la municipalidad nunca se tomó y sí es cierto que desde mi asunción en diciembre pasado, he despedido a 60 personas de un plantel de 153”, afirmó el intendente Reynaldo Pastor en diálogo telefónico con Télam.
“Nuestra comuna – aclaró- cuenta con 530 electores y cuando asumí me encontré con un plantel municipal de 153 empleados, sin presupuesto asignado y bajísimos recursos que no me permitieron conservar semejante cantidad de gente”.
“El municipio aún no tiene presupuesto y si bien el gobierno de la provincia esta trabajando en ello, yo no puedo endeudar la municipalidad sin saber que va a pasar”, indicó y aclaró que la comunicación podía cortarse debido a su ingreso en una zona de montaña, hecho que ocurrió.
Para los vecinos de Estancia Grande, en cambio, la realidad es otra y las urgencias se suman día a día, pese a habitar un municipio que cuenta con canchas de polo, un estadio deportivo para 12.000 personas, teatro y anfiteatro, dos diques y un centro cultural de primera jerarquía.
Los vecinos que reclaman por sus fuentes de trabajo, son en muchos casos empleados con más de 7 años de antigüedad y “otros de toda la vida como las ordenanzas de la escuela del lugar” por lo que solicitan además la “inmediata renuncia” del intendente Reynaldo Pastor, a quien acusan de haber lanzado una caza de brujas contra el personal con despidos masivos y amenazas.
En la toma del edificio municipal, que el intendente desmiente como tal, se forzó al funcionario a recibir a dos representantes de los vecinos con quienes, “hemos hablado, los hemos atendido y les hemos dado respuestas”, aseguró Pastor.
“Nos dijo que no tiene plata, que Alberto Rodríguez Saá, no le gira dinero y que puede haber trabajo cuando se haga una obra de dos cuadras de adoquinado. ¿Con dos cuadras quiere calmar el hambre del pueblo?”, se preguntó Elías Villegas, uno de los vecinos que ingresó a hablar con Pastor y fue despedido ayer, de su puesto como profesor de educación física en la escuela del lugar, designado por la Universidad de La Punta.
El despido de la maestra de la escuela y de Elías Villegas tras la protesta del jueves no hace más que tensar las relaciones con los vecinos del lugar que ya anunciaron una nueva protesta apara el 29 de julio próximo, si el gobernador no accede a escucharlos.
“La realidad del pueblo es extrema y dolorosa, los vecinos la están pasando muy mal y ya no alcanza con las acciones solidarias para tapar el hambre y la miseria que nos acosan”, afirmó Villegas.