La cartera laboral había aplicado la norma 14.786 ante el inicio de un plan de acción gremial en demanda de una mejora salarial, por lo que el personal telefónico participa en las protestas una vez cumplido el horario de trabajo ante la vigencia de esa medida.
En la movilización realizada el 14 de este mes participaron unos 3.500 telefónicos, también luego del horario laboral y, la totalidad de las medidas gremiales, se aplican a nivel nacional.
En ese marco, el secretario adjunto del sindicato y Gremial de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Claudio Marín, criticó «las políticas neoliberales del gobierno, que provocarán la caída del nivel de vida de los trabajadores», y ratificó que «la conciliación fue impuesta sin convocatoria a audiencias, por lo que esa instancia fue reclamada sin duda por las empresas».
El gremio telefónico exige un incremento de los haberes del 39 por ciento y discute la forma de aplicarlo, en tanto según Marín «las compañías ofrecieron un guarismo inferior al del año pasado».
La FOETRA ya había negociado y obtenido este año dos bonos alimentarios remunerativos de poco más de 5.000 pesos.
El dirigente sindical ratificó que el gremio transcurrirá «la conciliación obligatoria con la mayor actividad posible».
El plan de acción telefónico fue ratificado y es aplicado por la Mesa de Unidad Sindical (MUS), que integran otras organizaciones de la actividad como supervisores, jerárquicos y profesionales.
«No obstante los aumentos de los abonos de los servicios las empresas Movistar, Personal, Nextel, Claro, Telefónica y Telecom afirman no tener dinero suficiente para recomponer el salario, pero tampoco el alza de las tarifas es destinada a mejorar el deteriorado servicio ofrecido a los usuarios», sostuvo la MUS.
También indicó que en especial Claro niega esa recomposición y, además, viola la ley al «no aplicar el convenio colectivo laboral», por lo que los gremios convocaron para el miércoles 27 a «una jornada de apoyo a los trabajadores» de esa empresa.
En otro orden, Marín se pronunció por «la unidad del movimiento obrero alrededor de un programa reivindicativo -de no ser posible uno estratégico-, que respalde un modelo de acumulación y de desarrollo nacional y no de especulación financiera».
«En la FOETRA hace muchos años que se comparte la conducción entre la CTA Yasky y la CGT. Todos añoran a las centrales unidas porque es el punto de partida para elaborar un programa mínimo de acción en rechazo del plan del gobierno y en defensa de los salarios, el consumo del mercado interno, la sustitución de importaciones y la integración regional», afirmó Marín, quien sostuvo que casi con seguridad la CGT constituirá finalmente un triunvirato.
Al referirse a la realidad de las CTA (integra la que lidera Hugo Yasky), el dirigente gremial explicó que «el deseo es unificar y juntar voluntades, pero ocurre que se desató una interna en la Autónoma de Pablo Micheli y lo están cascoteando mucho, por lo que se vive una impasse para saber cómo se define esa realidad».