En conversaciones con la agencia de noticias estatal Télam, referentes de las tres ramas de la CGT que promueven la unificación por medio del triunvirato, afirmaron que «el objetivo prioritario, luego de vencer obstáculos muy importantes, es la unidad del movimiento obrero con la totalidad o, al menos, la mayoría de los sectores o vertientes» y, en ese camino, «no importa en una primera etapa si se logra con un triunvirato».
Las fuentes gremiales de las centrales resaltaron que lo primordial es la unidad, ya sea que se logre ahora con «un triunvirato, un cuarteto o como sea posible».
Pero los dirigentes ratificaron a los tres hombres designados por la «mesa chica» de las tres centrales para «un primer período de transición», a pesar de la resistencia del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), el Núcleo del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), la Corriente Sindical Federal y algunas delegaciones regionales, que proponen la elección de un solo secretario general.
“Se realizó un gran esfuerzo en función de lograr la unidad de la CGT sobre la base de la participación de todos los sectores en un triunvirato. Los candidatos más firmes hasta ahora son Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña. Se privilegió en esta etapa la reconstrucción del movimiento obrero y la institucionalización de la central para ponerle punto final a la histórica diáspora y división. No fue ni es un proceso fácil por las distintas posiciones, pero existe una prioridad y, la mayoría, ya decidió no apartarse de ese camino».
«Esto de que la CGT debe tener un solo secretario general no cierra del todo en esta instancia. Hubo otros momentos históricos con triunviratos y situaciones de transición diferentes a lo que marca el Estatuto de la central. El Congreso del 22 de agosto puede modificar por un período determinado la estructura de forma estatutaria y legitimar a la nueva conducción tripartita. Se pueden entender las diferencias que plantean algunas corrientes, pero jamás hay que perder de vista la prioridad», puntualizaron.
Esos referentes de primer nivel coincidieron en señalar a Télam que será lógico que, luego de la transición, el tema directriz se resuelva con la elección de un solo secretario general. Por eso continuarán hasta el 22 de agosto realizando «esfuerzos de diálogo» para que esos sectores se integren con variantes y alternativas, aunque adelantaron que el objetivo es integrar una CGT con un volumen importante de gremios, pero de no ser posible «el proceso de la unidad no se frenará por temas puntuales».
Por último, los gremialistas agregaron que dirigentes de las CGT mantienen contactos permanentes con la CTA de Hugo Yasky, en un intento para que el sector regrese a la CGT. La “sorpresa» podría concretarse antes o después del 22 de agosto, pero no constituye por ahora más que una posibilidad incierta.