La delegada del Ministerio de Energía y Minería por la Lista Negra y Blanca, Valeria Mustoni, denunció que «mientras el Ministro de Energía sigue garantizando los negocios propios y ajenos, (recordemos que Aranguren está acusado de favorecer a Schell, empresa de la cual es accionista, con la importación de gas desde Chile) los trabajadores de la cartera siguen trabajando bajo contratos sumamente precarizados y con la amenaza de posibles despidos».
Por esto, Mustoni convocó: «Este miércoles 17 a las 9 hs, convocamos a todos los trabajadores del ministerio, otras juntas internas y delegados a solidarizarse con nuestro conflicto».
En esta oportunidad la idea de Aranguren es el desmantelamiento del área en la que se desempeñan más de 280 empleados y que está destinada a asistir los reclamos y denuncias que los usuarios realizan acerca de las empresas de electricidad.
Se trata de un centro de atención de reclamos que funcionaba en la sede del ministerio, en Hipólito Yrigoyen 250, el cual incluía una oficina a la que se derivaban los casos más urgentes y complejos, para seguir de cerca su evolución. Tras asumir como titular de la cartera, Aranguren mudó el área a un centro de atención telefónica en San Justo, dentro de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM).
Desde ATE Capital explicaron que se trataba de un servicio fundamental para los reclamos de los ciudadanos ya que “los coordinadores tenían los teléfonos de los gerentes de las empresas y sabían dónde estaban las cuadrillas. Hablaban directamente con ellos, para apurarlos y que lo solucionen”. Pero en la actualidad aseguran que “todo la labor de los empleados quedó reducida a recibir llamadas y pasar el reclamo a la empresa, pero ya nadie hace ningún seguimiento de nada”.
Las autoridades del organismo advirtieron a los trabajadores que la única alternativa para conservar la fuente laboral es aceptar la desvinculación bajo la promesa de que van a ser recontratados por el call center que funciona en la universidad, pero al mismo tiempo admiten que atender los reclamos es responsabilidad de las compañías que prestan el servicio, a pesar de que las mismas no responden a los llamados de los usuarios.
Con esta medida, no sólo se perdería los 280 puestos laborales del centro de atención, sino que también significa la desaparición total del servicio que brindan a los ciudadanos.
A raíz de esta problemática, los trabajadores del Ministerio de Energía nucleados en ATE Capital convocaron a una asamblea permanente como repudio a la decisión del cierre del área y se concentrarán hoy por la mañana en la puerta del organismo para ser recibidos por Juan José Aranguren