Para ratificar y explicar «las razones» que impulsaron esa determinación, el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) -que contiene a organizaciones como la Unión Ferroviaria, Luz y Fuerza, mecánicos (SMATA), petroleros privados, tabaco, legislativos, telefónicos y capitanes de ultramar, entre otros sindicatos-, decidió publicar hoy mismo en varios diarios una solicitada titulada «Por qué no participamos».
Los dirigentes sentaron posición a partir de la realidad política, económica y social del país y del «rol fundamental» que desde su punto de vista debe tener la CGT en la actual etapa.
Sasia, una de sus principales espadas, señaló «la real necesidad de conformar una CGT unificada y fuerte, responsable y coherente con su propia historia» ante «la agresión constante que sufre el pueblo trabajador» como consecuencia de las actuales políticas.
«Se desaprovechó un momento histórico del movimiento obrero para elaborar un proyecto nacional, con una agenda programática y objetivos concretos para implementarlo con una CGT unida, fuerte, responsable, que no negocie los intereses de los trabajadores, que aporte al desarrollo del país y a la búsqueda de la justicia social, respetando el Estatuto de la central», afirmó Sasia.
Para el MASA -y de esa forma lo explicita la solicitada- la unidad debe asentarse fuertemente en una agenda como «instrumento fundamental» para el protagonismo del movimiento obrero a fin de construir una Nación justa, libre y soberana y sostenida en «la interpelación de los nuevos tiempos» societarios.
Ese espacio gremial que, además de Viviani y Sasia integran, entre muchos otros, Ricardo Pignanelli, Guillermo Moser, Norberto Di Próspero, Osvaldo Iadarola y Alberto Roberti, expresó que se impone construir un proyecto para el desarrollo, en el marco de «una visión estratégica» de la realidad, la mirada apuntando al futuro y con los objetivos a defender como «prioridad».
Los sindicalistas ratificaron que no participarán en los Congresos Extraordinario y Ordinario de hoy, aunque no abandonarán «las banderas de lucha en defensa de los intereses nacionales y populares», y explicaron que la unidad sindical debe basarse en objetivos concretos, una conducción abierta y participativa y el trabajo articulado con todas las secretarías de la CGT y las regionales nacionales, por lo que reclamaron «una amplia mesa de debate» y puntualizaron su total oposición a que «el futuro sea decidido por un solo grupo de dirigentes».
El escrito, aprobado de forma unánime por las casi cinco decenas de gremios del sector, destaca que en la última década el movimiento obrero estuvo dividido quizá más que durante toda su historia, lo que provocó «ruptura y debilidad en los planteos y pérdida de protagonismo como sector social fundamental en las decisiones y en la construcción del modelo de país deseado».
«El MASA se inspira en su líder, el General Perón, quien ya el 1º de mayo de 1974 sostuvo que para lograr ‘el proyecto nacional se requiere de una CGT única y que los trabajadores propongan el modelo de sociedad en el que aspiran vivir'», reseñó Sasia.
La solicitada sostiene que el factor convocante de «una verdadera unidad debe ser un programa con objetivos claros que incluya la protección de la industria nacional, propuestas para mejorar la educación, la salud, la logística, la energía, el medio ambiente y, en especial, la defensa del trabajo, el factor indispensable si se pretende lograr una Argentina en desarrollo».
El MASA lamentó que el debate al que convocó al conjunto del movimiento obrero para delinear una agenda de trabajo y un proyecto nacional «no haya podido ser materializado», aunque advirtió que el sector no abandonará «la defensa del modelo sindical, las leyes laborales, las conquistas sociales y el respeto al Estatuto Social de la CGT, que hoy se procura violar».
También aclaró que no está en su ánimo impugnar a ningún dirigente, aunque ratificó su total oposición a «la metodología que se implementará»..