Sobre un total de 37 cargos para cubrir en el secretariado nacional de la CGT, sólo dos fueron ocupados por mujeres. Concretamente a la tradicional presencia de Noemí Ruiz (sindicato de modelos), ahora en la secretaría de Igualdad de Oportunidades y Género, se le sumó Sandra Maiorano (asociación de Médicos) en la secretaría de Salud.
Sólo dos sobre los ahora 37 casilleros para llenar. Nada más. Muy poco y muy lejano a los tiempos de igualdad de género que corren.
El tema produjo revuelo y hasta algo de controversia. La escasa presencia femenina, también muy notoria entre los congresales acreditados en el Estadio Obras Sanitarias, fue tema no sólo dentro, sino afuera del estadio.
En las inmediaciones una agrupación denominada «Las Juanas Sindicalistas» repartía unos papeles que pedía mayor espacio para las mujeres y generó bastante revuelo y fue comentario constante.
El texto decía: «Estamos todos en la mesa, menos nosotras». Y pedía «Respeto por la ley de Cupo Sindical».