Un Confederal que tuvo un fuerte debate en el que hubo distintas posiciones y discusiones. Entre ellas las que lideró Pablo Moyano que reiteró ayer el reclamo de paralización de las tareas junto a otros 11 representantes sindicales, entre ellos Sergio Palazzo, aunque primó la decisión de facultar para ello al trío de conducción.
Además de camioneros y bancarios, gráficos bonaerenses, ladrilleros y docentes privados estaban entre los 11 gremios, que reclamaron un paro general. Por su parte Palazzo pidió también la definición de un plan de lucha, pero finalmente primó la postura más contemplativa.
«Hay que atenerse a los hechos. Luego de la ronda de diálogo se tendrán más precisiones. La CGT recorrerá todos los estamentos del Ejecutivo y de los sectores empresarios», aseguró Juan Carlos Schmid una vez terminado el cónclave.
Para Carlos Acuña, «el movimiento obrero tiene la prudencia lógica que debe guiarlo, por lo que las respuestas debe ofrecerlas el Gobierno», aunque aseguró que «los trabajadores no están conformes con la situación y la realidad por la que atraviesan y, el Presidente, debe saber que solo es aplaudido en el extranjero».
«El Gobierno tiene que cumplir con sus promesas electorales, como la derogación del impuesto al salario», expresó Acuña, quien rechazó «el nivel de desocupación actual y los tarifazos».
Schmid negó que el movimiento obrero haya acordado una tregua con el gobierno nacional y reseñó que la CGT y el resto de las centrales obreras ya promovieron y realizaron la primer gran movilización en abril último, en ocasión del Día del Trabajador.
De haber una huelga nacional, será de 24 horas y sin movilización, aseveraron hoy los integrantes del triunvirato obrero.
El próximo jueves comenzará a despejarse el panorama luego de la entrevista con Prat Gay, en la que la CGT planteará la necesidad de modificar de urgencia alícuotas y escalas de ganancias.
«Solo resta la decisión del Gobierno. Estamos facultados para parar 24 horas si no ofrece respuestas», concluyó Schmid.