La caída en la venta de autos tanto a nivel nacional como en las exportaciones a Brasil provocan un parate en la producción de la mayoría de las plantas del país. Según se supo ayer, mayo cerró con una caída en la producción que rondó el 36%. Ante ese panorama, General Motos (GM) resolvió suspender un día a la semana a todos los empleados de su planta en Alvear, Santa Fe.
Los 2.700 operarios de GM afectados por la medida cobrarán el 100% de sus salarios, según acordaron esta semana la directora argentina de la empresa, Isela Costantini, y el secretario de la seccional provincial del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Marcelo Barros.
Por el momento, el acuerdo contempla que cada empleado sea suspendido cuatro días de junio. En dos semanas, las partes volverán a reunirse para analizar los pasos a seguir en julio y los meses subsiguientes. «Suspenden un día por semana a todo el personal con el pago de las 150 horas mínimas de trabajo mensual, lo que equivale al 100 por ciento del salario de convenio, y el 20 de este mes nos volvemos a reunir».
El dirigente sindical, que responde al oficialista Ricardo Pignanelli, anticipó además que la modalidad podría extenderse hasta fin de año: «Lo vamos a ir revisando mes a mes. Todo dependerá de cómo se comporte el mercado. Podríamos llegar con el plan de suspensiones hasta diciembre. Tenemos que ser prudentes. Por ahora, el salario no se ve afectado».
Como los empresarios y los dirigentes sindicales de izquierda, Barros reiteró el reclamo para que se elimine o al menos atenúe el impuesto a los vehículos de alta gama que provocó fuertes aumentos en los precios de los vehículos y una consecuente caída en las ventas. Aclaró, sin embargo, que ese no es el único factor a tener en cuenta: «Que bajen los impuestos es importante. Pero el mercado depende también de otros factores como que Brasil no devalúe el real y se recupere la demanda de ese país».
Los operarios aún mantienen la expectativa de que se revierta el complicado panorama: General Motors tiene planes de producir en la fábrica ubicada en el kilómetro 279 de la Ruta Nacional Nº9 el nuevo modelo Fénix, un vehículo que competirá con las unidades de gamas superiores del rubro.
En la planta de Volkswagen de Córdoba , por su parte, las suspensiones tienen otros motivos. Loa empresa decidió que serán por el plazo de 48 horas y afectarán la actividad de dos áreas dedicadas a la fábrica de cajas de velocidad. La medida impacta a unos 900 trabajadores, que no concurrirán a trabajar el jueves y el viernes, según confirmaron fuentes de la filial argentina de la automotriz.
La medida se adoptó ante la falta de un componente para la carcasa de las cajas de cambio MQ 200, que proviene de Alemania y que impide el resto del proceso de montaje. Los voceros indicaron que la falta de algún componente importado es usual, por cuanto las suspensiones no obedecen a la caída de la actividad sectorial en 2014.
Volkswagen fabrica en Córdoba los modelos de cajas de velocidad manuales MQ 200 y MQ 250, a los que se le sumó una transmisión automatizada (I-MOTION) más moderna, denominada SQ 200. La planta produce 3.640 transmisiones por día, es decir, una transmisión cada 24 segundos, lo cual significa aproximadamente un millón de cajas de velocidad por año, de las cuales más del 95% se exporta a diferentes países del mundo.