La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, lamentó la renuncia del juez Carlos Rozanski, quien condenó a represores de la última dictadura cívica-milita por delitos cometidos en el marco de un «genocidio», y aseguró que estuvo «obligado a renunciar».
«Es una triste y lamentable noticia, que este juez que es comprometido, trabajador, se haya visto obligado a renunciar por las presiones, las amenazas, todo esto que derrumba a una persona, más que nada protegiendo a su familia», lanzó Carlotto en declaraciones a FM CIELO.
Carlotto apuntó directamente a Julio Piumato, titular de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), quien denunció a Rozanski por supuesto «maltrato laboral» ante el Consejo de la Magistratura. «Fue el triunfo de quienes no debieran existir, pero lamentablemente…pienso que Piumato estará feliz porque él ha sido uno de los promotores de estas cuestiones desde hace muchos años. Lo persiguió y consiguió el objetivo. No sé a qué más aspirará este personaje», aseguró.
«Todos tratamos de ayudarlo, protegerlo, estar al lado de él con nuestra demanda visible, pero se ve que estuvo demasiado acosado», dijo la titular de Abuelas y agregó que «la persecución es de hace años». En ese sentido, descartó la posibilidad de que el supuesto maltrato haya sido la razón de la denuncia y sostuvo que el magistrado «tiene carácter», pero «eso no significa ser una mala persona ni un delincuente».
«Es muy sucio todo, son persecuciones ideológicas para que estas personas que son buenos jueces y avanzan, deben ser sacados. Con (la procuradora Alejandra) Gils Carbó está pasando lo mismo», concluyó.