Carlos Martínez aspira a la secretaría general del Sindicato del Petróleo y el Gas Privado del Chubut, a través de la lista Blanca. Renunció a la actual conducción del gremio, era secretario de Actas, por diferencias “insalvables” con el secretario General, Jorge Ávila, candidato a la reelección. Asegura que “el 4 de noviembre (día de las elecciones) es la fecha límite para que despidan compañeros”.
Para Martínez la mayor preocupación pasa por conservar las fuentes de trabajo y por la reincorporación de los 3.000 despedidos. En una entrevista para el Diario La Jornada afirmó que “desde las últimas elecciones, hace 4 años, hay 3 mil afiliados menos en el padrón del sindicato. Significa que son 3 mil trabajadores menos en la industria. Hubo despidos, retiros forzados. No voluntarios, por presión”.
Respeto a los motivos, dijo: “La crisis por el precio del barril no la podemos negar, pero también hay que reconocer que desde el sindicato no se hicieron las cosas como se tendrían que haber hecho. Cuando vino la crisis, las empresas salieron a buscar a los trabajadores con 50 años de edad y 25 de antigüedad o sea de aportes y les exigieron que se jubilen, inclusive algunos con 23 años de trabajo, o sea que le faltaba para jubilarse”.
“Todo el mundo sabe que este gremio era el más grande y poderoso de la región y hoy está muy débil, quebrado. Entre otros temas está el de la obra social, la cual ya la tendríamos que haber tenido desde hace tres años. Ávila la frenó porque no le convenía que viniera la nuestra”.
Por su parte, Jorge Avila se mostró confiado. «El resultado se verá en las urnas, de todo lo que hemos hecho en los últimos tiempos, haber recuperado la obra social para los trabajadores es el logro más grande y estamos contentos y orgullosos, hay que seguir trabajando». “Estamos con grandes chances de ganar elecciones el 4 de noviembre», afirmó.