La confesión de Hugo Moyano, quien lidera al bloque que puso unos misteriosos 10 millones de pesos a Independiente a cambio de que se adelantaran las elecciones presidenciales, ocurrió el domingo a la tarde, después del empate entre el Rojo y Patronato.
Con ese resultado, lejos de conseguir el ascenso deseado, Independiente se condenó a jugar un desempate con Huracán, que le ganó a Almirante Brown y lo alcanzó en la tabla.
A la salida del estadio, un grupo de hinchas le hizo una serie de reproches al camionero. Ante los planteos, el líder gremial blanqueó un tema que había circulado como un fuerte rumor en los últimos días.
«¿Qué mierda vienen a hablar? Si no pusiéramos guita ¿sabes dónde estaríamos? Estaríamos llorando», dijo Moyano sin sospechar que estaba siendo filmado.
Así, el jefe de la CGT opositora (que además lidera el bloque Asociación Independiente y aspira a colocar al futuro presidente del club) pareció admitir lo que era un secreto a voces. Es decir, que Independiente había puesto plata para incentivar a otros equipos. Incentivar, claro, en el mejor de los casos. En la peor y más deshonesta hipótesis, la plata podría haberse usado para comprar rivales o arbitrajes.
En el mismo sentido, hace unos días se filtró un sospechoso tuit de Noray Nakis, un dirigente de Independiente cercano a Moyano y menemista histórico.
«Lo del domingo está todo hecho», escribió Nakis, aparentemente por error, antes de que Independiente visitara y venciera a Instituto.
Los dichos (y la billetera generosa) de Moyano no hicieron más que reavivar las desconfianzas sobre la honestidad en el fútbol argentino.
Sin embargo, esa misma tarde aparecieron unos curiosos carteles que felicitaban el plantel por el ascenso (que finalmente todavía no obtuvieron) firmados por la agrupación que comanda el líder camionero.
«Gracias socios. Es un logro de todos», decía uno de los carteles que el grupo político colocó, saludando a los hinchas y jugadores por un logro que finalmente no sucedió por el empate ante Patronato.