En la Argentina, Volkswagen cuenta con 6.000 trabajadores en las dos plantas industriales en General Pacheco (Buenos Aires) y en Córdoba.
Al igual que las demás terminales locales, la compañía alemana tuvo que adelantar vacaciones y suspender personal para enfrentar el estancamiento que tiene la industria y principalmente el rubro automotriz.
En lo que va del año, la producción automotriz experimenta una caída cercana al 15%, según la información mensual de la cámara ADEFA.
Al respecto, el secretario general del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Ricardo Pignanelli, advirtió sobre posibles pérdidas de empleo para el año que viene, si se mantiene la actual política económica.
«Si no protegemos la industria vamos a perder puestos de trabajo. Ahora no perdimos, pero hay licenciamiento. No sé después de fin de año, si esto no se revierte, hasta cuándo vamos a sostener el licenciamiento», indicó el gremialista.
Dijo que «lo que más preocupa es que está cayendo la fabricación de autos, no la venta y para fin de año vamos a vender 650 mil autos, pero vamos a fabricar, con mucha suerte, 450 mil».
En medio de este contexto preocupante, la firma alemana anunció la puesta en marcha de un plan de recorte de gastos por unos 3.900 millones de dólares hasta 2020, para compensar las pérdidas producidas por el «diéselgate», una maniobra para disimular digitalmente las emisiones contaminantes de sus vehículos.
Según informó la empresa, las dos terceras partes de los recortes (unos 23.000 empleos) se harán en Alemania y el resto en Latinoamérica, especialmente en dos mercados actualmente en dificultades: Argentina y Brasil.
Las desvinculaciones se harán bajo la modalidad de jubilaciones anticipadas, indicó la firma que emplea a casi 600 mil personas en todo el mundo y controla unas 12 marcas.