Trabajadores de las empresas recuperadas, ocuparon esta mañana el hall del Ministerio de Energía para reclamar una política tarifaria para los servicios públicos que esté acorde a sus posibilidades de pago.
La protesta fue definida tras la negativa de la cartera que encabeza Juan José Aranguren de contemplar la situación de las 400 cooperativas en todo el país que se encuentran al borde del colapso por los aumentos tarifarios.
Sus facturas de energía eléctrica y gas se multiplicaron entre cinco y ocho veces, y eso afecta la posibilidad de mantener las plantas en funcionamiento. En medio se produjo una caída del consumo y una reducción del poder adquisitivo de la población, que termina de completar un combo explosivo.
«Lo que veníamos discutiendo era la posibilidad de que las fábricas continuaran produciendo. Nosotros sostuvimos las plantas cuando los patrones se fueron porque queremos trabajar. Pero la semana pasada cerraron las negociaciones y nos empujan al cierre», explicó a El Destape Eduardo Montes, integrante de la Cooperativa Gráfica Patricios, una empresa recuperada con capacidad para realizar todo tipo de impresiones. Allí sintieron el impacto de la suba de tarifas: pasaron de pagar 27.231,44 pesos en febrero a 127.940,39 en julio pasado.
Según pudo averiguar InfoGremiales, hasta el momento desde el Ministerio nadie se hizo presente para dar respuestas. De hecho la peligrosa movida que produjo la cartera fue dejar encerrados a los trabajadores y rodearlos de policía.
Por el momento la decisión de las empresas recuperadas (gráficas, textiles, cuero, etc), con el respaldo de la Federación Gráfica Bonaerense y del Sindicato de Obreros Curtidores, es quedarse hasta ser atendidos y mantener la ocupación pacífica del edificio que implica la defensa de 25 mil puestos de trabajo.