El 24 de noviembre se realizaron las elecciones internas de Ademys, donde los afiliados decidieron por mayoría reafirmar la conducción del Frente Multicolor (con el 71,7% de los votos) por un nuevo período de tres años.
De acuerdo con los resultados, Jorge Adaro seguirá siendo el secretario general y, según lo establecido por el sistema D´Hont, el Consejo Directivo estará conformado por 11 miembros del Frente Multicolor y 4 del Frente de Unidad Docente.
En conversación con InfoGremiales, Adaro subrayó que las elecciones se desarrollaron con total normalidad y absoluta transparencia en compromiso con la democracia sindical, sin observaciones de ningún tipo de la lista opositora ni del Ministerio de Trabajo.
Consultado sobre el balance de los tres años anteriores y de los tres próximos, el gremialista docente, que ejerce como director de una escuela en Lugano, destacó la permanente construcción de un sindicato “independiente, democrático y de lucha”, como se definen.
Además, sostuvo que los 1109 docentes que votaron la semana pasada representan a un sector más amplio de la docencia, ya que Ademys, según su entender, “ha sido y es el único sindicato que tiene una postura de oposición a las políticas del gobierno, actual y del anterior”.
Según Adaro, ante una ofensiva muy grande del gobierno, Ademys tuvo respuestas a cada uno de los ataques, como la inscripción online, los acuerdos con los otros gremios, el Operativo Aprender, y demás cuestiones.
El último es la caducidad del puntaje de los cursos de capacitación docente, que “esconde un negocio corrupto entre organizaciones sindicales y el gobierno”, por el cual se realizarían capacitaciones aranceladas, que beneficiarán a las burocracias sindicales.
Respecto al desafío del gremio, afirmó que es “proponer a la docencia ser parte, fortalecer el vínculo con las escuelas, con los mandatos de escuela, como forma de democratizar más, y así disputar la dirección de los docentes en la Ciudad de Buenos Aires”.
Si bien afirmó que están “dispuestos a articular acciones con quien sea”, en alusión a un acercamiento con otros gremios en contra del macrismo, advirtió que “lamentablemente, esos gremios dieron muestras de mostrar la gobernabilidad”, en alusión a gremios filo kirchneristas como UTE en Capital.
Por último, señaló la baja del Presupuesto educativo de la Ciudad, que desde que el macrismo asumió la Jefatura de Gobierno en 2007, ha bajado 9 puntos. Y que prevé para el 2017 una pauta de inflación del 17%, con lo cual los “salarios estarán nuevamente a la baja”. Eso, junto con tendencias privatizadoras, y con incidencia de ONG internacionales, son la marca de política educativa del macrismo en la Ciudad que ahora se extendería a todo el país.