«Camporistas de mierda, desestabilizadores hijos de puta… Están muertos». La amenaza fue impresa en computadora, abrochada junto a una foto de varios de los delegados y dejada en carpetas de cartón oficiales con el logotipo del Ministerio, material al que muy pocos tienen acceso, en el local gremial dentro del edificio y en la sala de fotocopias del tercer piso, junto a una foto de los delegados.
El edificio continúa sitiado por la policía en la única puerta de acceso que la gestión dejó habilitada, por lo que el ingreso es restringido sólo a personal autorizado. La foto fue tomada de las redes sociales de los delegados, y es una clara muestra de hostigamiento psicológico y persecución política hacia los delegados de ATE, que vienen sosteniendo fuertes medidas de fuerza desde la semana pasada, cuando se supo que el gobierno preparaba 3000 nuevos despidos en el Ministerio.
«Sabemos que la nueva gestión revisa las redes sociales de los trabajadores constantemente, y hasta le han dicho irónicamente a varias trabajadoras: ‘chicas, fíjense qué publican en el face'», denunció Carlos Ruiz, uno de los delegados amenazados.
El secretario general de la Junta Interna de ATE en el Ministerio de Educación, Rodrigo Recalde, señaló que «no van a amedrentarnos, vamos a seguir peleando por la renovación de los contratos, la continuidad de la formación docente y la calidad de la educación pública».
Ruiz expresó también: «Como no vamos a tomar en serio estas amenazas cuando hay trabajadores que sufrieron fisuras en sus vértebras después de la golpiza policial y están a la espera de una intervención quirúrgica». Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital, afirmó que «responsabilizamos a Mauricio Macri y a los ministros Esteban y Patricia Bullrich por la integridad física de los trabajadores del ministerio».