El 2016 fue un año negro para los trabajadores de prensa. Al menos así lo refleja el informe elaborado por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires que relevó que, al menos, 1.285 periodistas perdieron sus empleos en ese período.
«Las modalidades a través de las cuales empresarios de todo color avanzaron sobre nuestros puestos de trabajo fueron desde despidos hasta cierre de medios, vaciamientos y estafas, como en el tristemente célebre ejemplo del Grupo 23 de Szpolski, Garfunkel y Richarte apañado por el Estado tanto en su versión kirchnerista como macrista, o los retiros “voluntarios” –que en AGEA Clarín implicaron alrededor de 280 puestos de trabajo menos- como presión y medida de ajuste y de precarización laboral ya que menos trabajadores realizan las tareas que antes realizaban con una planta mayor», explicaron.
Según relata el trabajo «el 71% de esos 1285 puestos de trabajo se perdieron durante la primera mitad del año». Como para tener idea de la situación, hay que aclarar que en la cifra, no se contempla la estrategia de los trabajadores «para sortear esta terrible situación, como los ejemplares casos de Tiempo Argentino, Infonews o El Argentino Zona Norte, en donde 135 trabajadores y trabajadoras lograron sostener su fuente laboral a partir de autogestionar sus medios, editando el diario de manera semanal en el primer caso y de manera digital en los tres medios».
Desde el SiPreBA apuntan en todo este proceso una «la complicidad de la burocracia sindical de la UTPBA que durante años apañó a los empresarios y desprotegió a los trabajadores».
«En las pocas empresas en donde el viejo sindicato sostuvo su inserción los despidos no fueron enfrentados con lucha y en los casos que eso se hizo fue exclusivamente por la disposición de sus delegados gremiales o de compañeros y compañeras desde sus Asambleas sin el apoyo de esa estructura, que no es más que un sello que opera para legitimar a los empresarios contra los intereses de las y los trabajadores», cargaron.
Además, dieron cuenta del impacto de los despidos «sobre el conjunto del gremio, porque eso viene acompañado de una flexibilización en donde las tareas que deja de realizar el trabajador despedido la tiene que realizar otro».
«Los empresarios buscan que en lugar de discutir cuestiones como las condiciones laborales o los salarios nos contentemos con defender nuestros puestos de trabajo. Para peor, la UTPBA firmó con las cámaras de prensa escrita el peor acuerdo del país en las paritarias 2016 lo que implica un ajuste terrible sobre los bolsillos de los trabajadores de prensa», concluyeron.