Con la intención de replicar el acuerdo al que llegaron con los petroleros para la explotación de Vaca Muerta, el Gobierno lanzó una ofensiva hacia los marítimos. Los primeros en ceder y abrirle la puerta a la flexibilización de los Convenios Colectivos de Trabajo fueron los Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante que, de hecho, convocaron a una asamblea para el jueves en la que se debatirá la situación.
El gremio que conduce Marcos Castro, quien firma la convocatoria a la Asamblea Extraordinaria, se reunirá mañana desde las 18 horas y buscará contentar al Gobierno aportando con «la baja de costos», para que puedan competir con los buques de otras banderas.
Esto se desprende del punto 4 del texto que habla de «la posibilidad de nuevos Convenios Colectivos de Trabajo para buques en tráficos nacionales e internacionales. Análisis de conveniencias y necesidades. Informe. Medidas a adoptar».
El sector marítimo nuclea a siete gremios y el resto de los sindicatos miran con atención lo que pueda pasar acá por el efecto dominó que pueda producir. En un buque de altamar, por ejemplo, embarcan tres gremios (Capitanes, Marineros y Maquinistas). Algunos de estos sindicatos contemplan un régimen laboral que se lo llama 1 x 1, es decir un día embarcado, uno en la casa: si los trabajadores hacen un viaje de 30 días, tienen otros 30 de descanso.
Según pudo saber InfoGremiales, entre las presiones recibidas por el gremio para que avance en los cambios de los CCT, se utilizó el fantasma del avance de una investigación sobre sus dirigentes, como ocurriera en el gremio más poderoso de la actividad (el SOMU), lo que sirvió para allanar un camino sinuoso.