La Federación Obrera Ceramista (Focra) que conduce Domingo Moreyra decidió «el estado de alerta y movilización» del gremio en rechazo del cierre de la planta Villa Mercedes de Cerámica San Lorenzo, en San Luis, y de dos áreas del establecimiento de Azul, donde ayer se inició «un paro total» ante «la pretensión patronal de producir cien despidos».
Moreyra denunció también que «la ola de cesantías no se detiene en Azul, al igual que ocurre en Puerto Madryn y San Juan».
Además, la Focra y el Sindicato Obrero de la Cerámica de Azul, en la provincia de Buenos Aires, iniciaron ayer «un paro total» en esa planta de Cerámica San Lorenzo, decisión que acompañan de forma «solidaria» los trabajadores de los establecimientos del grupo empresario en Puerto Madryn y San Juan con una huelga de cuatro horas por turno, puntualizó el dirigente gremial nacional.
La protesta fue adoptada ante «la determinación patronal de cerrar dos sectores de la planta de Azul y la pretensión de desvincular a más de un centenar de obreros» a partir de «una supuesta crisis económica no demostrada en el expediente administrativo», afirmó.
Moreira sostuvo que, por el contrario, «se trata de una poderosa multinacional -el Grupo Etex con sede en Bélgica- que tiene 118 plantas en 43 países, como informa su propio sitio web».
«Fue una decisión empresaria cuyo objetivo apunta a reducir salarios, modificar condiciones laborales, reemplazar a trabajadores antiguos y de convenio por mano de obra barata y disciplinar por el gran temor a la desocupación reinante», dijo.
Moreira subrayó también que a ello se sumó «el inicio de una persecución total contra los delegados de todas las plantas».
En el contexto del conflicto, que no es nuevo, el Ministerio de Trabajo de la Nación había dictado la conciliación obligatoria, aunque luego de varias audiencias y la falta de respuestas de la firma, las organizaciones sindicales y los trabajadores «no tuvieron otra opción que ejercer su legítimo derecho de huelga».
Moreira aclaró que el período de conciliación obligatoria ya expiró, por lo que la Federación decidió la protesta nacional.
«Los ceramistas defenderán los puestos de empleo frente a los avances del capital, que procuran hacerlos retroceder en el tiempo y condenar a sus familias a la miseria», puntualizó el dirigente.
La Focra convocó a la sociedad a «la resistencia contra el ajuste de las empresas internacionales, ampliamente beneficiadas durante décadas de esfuerzo de las familias trabajadoras argentinas».
Moreyra confirmó el cierre de la planta puntana de Villa Mercedes, que provocó el despido de más de 140 trabajadores, por lo que el personal de los establecimientos de Azul, San Juan y Puerto Madryn inició una huelga total de cuatro horas por turno, indicó.
La crisis en San Luis comenzó hace un año, cuando los trabajadores impulsaron protestas por «despidos injustificados, licencias médicas no respetadas y un premio por productividad incumplido» y, en julio último, la compañía suspendió durante 30 días a más de 120 trabajadores por «la caída de la demanda, lo que redujo en un 25 por ciento los salarios» y generó «una gran incertidumbre».
La mayoría de los trabajadores de Villa Mercedes tiene entre 15 y 20 años de antigüedad, informó el secretario Gremial de la Focra, José Saucedo, quien explicó que la planta comenzó a producir a mediados de los ’80 y se convirtió en una de las fábricas de cerámica más importantes de la Argentina, por lo que junto con Moreyra expresó su «profunda preocupación» por esa industria.