Ni la familia Bermudez (principal accionista de la empresa Azul SATA, dueña de la lína) ni directivos de la firma han hecho declaraciones al respecto. Los trabajadores denuncian que se trata de una persecución política y manifiestan que el de Gómez no es el primer caso, ya que varios chóferes vienen siendo amenazados con el despido.
“Yo pertenezco a la agrupación 4. Yo no fui candidato, pero formo parte. Presentamos la lista en diciembre de 2016 y perdimos. Esta esa una de las razones del despido, que se da porque reclamè mejores condiciones laborales”, explicó Gómez días atrás.
El trabajador despedido dijo que se mantendrá encadenado a la puerta de la cabecera, hasta que los directivos revean su situación y lo reincorporen a sus tareas. A su vez declaró que a partir del mediodía de hoy empezará una huelga de hambre seca, de no recibir una respuesta favorable.
Gómez también denunció la actitud cómplice de la UTA. “La posición de los delegados es que ellos van a cumplir con los pasos legales que corresponden, pero nada más, no van a tomar ningún tipo de acción gremial. Por ser de la lista opositora no creen que valga la pena ningún tipo de batalla contra la empresa”, explicó.