En enero, las mayores alzas se dieron en “otros bienes y servicios”, que subió 5,3%, impulsada por subas en cigarrillos, cepillos de dientes o pañales descartables para bebés, mientras que “indumentaria y calzado” registró un alza del 3,6% y “esparcimiento” una del 3,0%, en este último caso por cuestiones estacionales (temporada alta en hotelería).
El 42,3% de los 326 rubros relevados mostró subas mayores al 1,5% mensual en enero, en tanto un 29,2% tuvo subas moderadas (entre 0 y 1,5%) y un 28,5% permaneció sin cambios o bajó de precio.
A nivel interanual, la inflación para el decil 1, de menores ingresos, sigue siendo mucho más intensa que para el decil 10 (36,8% contra 29,3%), por el efecto del “tarifazo” de servicios públicos de febrero-abril de 2016.
El relevamiento -realizado por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET)- exhibió una inflación interanual que se ubica ahora en el 32%, registro que torna muy improbable para lo que queda del año alcanzar la meta inflacionaria que hasta el momento comunica el Gobierno, de 17%.
Durante enero, la inflación afectó más a los hogares asalariados de mayores ingresos, debido fundamentalmente a que “esparcimiento” y naftas (de mayor incidencia en los hogares de mayores ingresos) subieron por encima de la media, a lo que se sumó que marzo es tradicionalmente un mes de elevada inflación por cuestiones estacionales.
Asimismo, se estima que en los próximos tres meses la inflación vuelva a ubicarse por encima del 2% mensual, producto de la nueva suba de tarifas de electricidad (febrero-marzo), más eventualmente en gas, agua y transporte público.
En tanto, entre diciembre de 2015 y enero de 2017, el salario real de los trabajadores formales cayó en promedio 6,2% respecto del nivel de noviembre de 2015.