«El movimiento obrero es testigo de un enfoque económico oficial que no permite la recuperación del consumo, porque el pueblo trabajador no tiene ni monedas en sus bolsillos», puntualizó uno de los titulares de la CGT Juan Carlos Schmid en declaraciones al programa Reverso, de Radio Cultura.
El dirigente marítimo y también jefe de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA) explicó que al problema del «incumplimiento» de «la mesa tripartita conformada entre Estado, sindicatos y empresarios se sumó ahora la ausencia de certezas económicas, lo que profundiza los problemas».
«El 1° de enero último comenzaron los despidos, las suspensiones y los atrasos en los pagos de las quincenas y de la liquidación de los haberes en infinidad de lugares del país», apuntó Schmid.
También subrayó que si no hay capacidad adquisitiva para alentar el consumo «la recuperación será mucho más lenta y, la situación, desalentará sin duda las inversiones», y se preguntó: «¿Por qué invertiría alguien en un país en el que el consumo no funciona?».
Al referirse a las próximas negociaciones paritarias anuales que encararán las organizaciones gremiales, el dirigente vaticinó que ningún sindicato «se sentará a una mesa a discutir sobre la base de una limitación del 18 por ciento», a la vez que se pronunció por «una negociación sin piso ni techo y totalmente libre».
«Discutir la reforma de los convenios colectivos de trabajo es empezar por donde no están los problemas puntuales de la economía. No se perdió competitividad por culpa de esos instrumentos. El problema económico se ubica en otra área de gobierno», afirmó.
El triunviro de la CGT, que decidió movilizarse el 7 de marzo próximo y realizar otra marcha y una huelga nacional hacia fines de ese mes, aseguró sin embargo que la central obrera «no mantiene una hostilidad abierta e irreconciliable con el gobierno».
En otro orden y, ante la decisión oficial de prorrogar por otros 180 días la intervención del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), el también titular del Sindicato Personal de Dragado y Balizamiento (DRAGyBAL) se opuso a esa determinación y reclamó normalizarlo.
«Estamos en democracia y, un año, ya fue tiempo suficiente para que se convoque a su normalización. Es una barbaridad que haya una intervención judicial con pedido de llamado en 180 días a realizar ese proceso y no se cumpla. La autoridad laboral debe convocar a la Comisión Normalizadora del propio gremio y hacerlo», concluyó.