«No hay garantía del pago del 60 por ciento de las indemnizaciones prometidas por la empresa, no hay montos liquidados y hay preocupación», señaló Julio Genesini, quien interviene en las negociaciones entre la empresa alemana y los sindicatos a partir del cierre y el despido de 170 trabajadores que se desempeñaban en la fábrica de Rosario.
En declaraciones a Radio 2-Rosario, el funcionario aseguró que desde que comenzó el conflicto en diciembre último, cuando los trabajadores fueron informados del cierre de la planta debido a la apertura de las importaciones, «se hizo todo lo que se pudo».
«La provincia hizo aportes, los trabajadores hicieron sus aportes para tratar de mantener los puestos laborales y seguir con la producción por un tiempo pero no se pudo», apuntó Genesini, y subrayó que «hay incertidumbre y hay preocupación de los trabajadores del pago de las indemnizaciones prometidas por el representante de la empresa».
En tanto, en declaraciones a Télam, el secretario general de la UOM de Rosario, Antonio Donello, dijo que los trabajadores «aceptaron» la promesa de una indemnización porque la situación «los cansó».
«Les ofrecieron pagar el 60 por ciento de lo que les corresponde, que tampoco saben cuándo se va a efectivizar, una locura, el ánimo sigue empeorando, están resignando un 40 por ciento de su indemnización y les siguen tomando el pelo», se quejó el dirigente.
La fábrica emplazada en la calle Ovidio Lagos al 4400 de Rosario, abrió sus puertas en la década del’60 bajo el nombre de Cimetal.
En el 2001 quebró por la política de apertura de importaciones, aunque entonces pudo preservar la continuidad laboral de sus empleados y hace seis años fue comprada por la firma alemana, Mefro Wheels.
La planta que ocupa cerca de una hectárea, tiene capacidad para producir 120 mil llantas de aluminio por mes y en 2010 llegó a vender un millón y medio de piezas.