Con un importante operativo, que tomó por sorpresa a todos, ayer un cuerpo de inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Gendarmería Nacional irrumpieron en la sede central de la Obra Social del poderoso Sindicato de Empleados de Comercio para realizar un allanamiento.
Los inspectores de la AFIP, que llegaron comandados por el propio titular del organismo, Ricardo Echegaray, se hicieron presentes en la Obra Social de los Empleados de Comercio y Actividades Civiles (OSECAC) para revisar las cuentas y los libros de la institución.
Si bien las versiones sobre las motivaciones que llevaron a la AFIP a realizar un infrecuente allanamiento de envergadura son cruzadas, fuentes gremiales le indicaron a Info Gremiales que se trataría de denuncias de proveedores que habrían sido estafados por una financiera que tendría funcionamiento en la sede de la Obra Social.
Sin resistencia de las autoridades de la obra social, los inspectores, que llegaron con el apoyo de dos camionetas de Gendarmería Nacional, pudieron acceder a la información que buscaban para constatar el estado contable de OSECAC.
Además, el propio Armando Cavalieri dio la cara ante lo que sucedía y recibió en su despacho a Ricardo Echegaray quien comandaba el allanamiento.
Este nuevo revés para “El Gitano” se presenta en un momento complejo para el líder de los empleados de comercio en el que está en juego su continuidad al frente del gremio.
Mientras los líderes sindicales del conurbano ponen en jaque su reelección en la Federación de Empleados de Comercio, Cavalieri arma su estrategia para mantener su poder en no sólo en la mencionada Federación, sino también en su seccional más importante, la de Capital Federal.
Entre octubre de este año y mayo del año próximo, Cavalieri deberá renovar sus mandatos, una vez más, y las resistencias que emergen ya son importante. Sus más 80 años, llevan a que desde distintos sectores del gremio pidan la jubilación de «El Gitano».