La Cámara Federal porteña deberá resolver un pedido de excarcelación presentado del ex titular del Sindicato Obreros Marítimos Unidos, Omar «Caballo» Suárez, quien según explicó su defensa sufrió una «descompensación» en la cárcel y tiene problemas de visión en uno de sus ojos.
Suárez está procesado con prisión preventiva como supuesto jefe de una asociación ilícita y tras un rechazo a ser liberado el año pasado, su defensa presentó un nuevo planteo, que ya fue rechazado por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral y está a consideración de la sala I de la Cámara Federal.
En este nuevo planteo se sostiene que el gremialista no pondrá en riesgo la investigación en caso de ser excarcelado y se advierte sobre el deteriorio de su salud, por lo que se pide prisión domiciliaria.
En cuanto a su estado de salud, sufrió una «fuerte descompensación» en la cárcel, fue asistido por médicos del penal en presencia de su médico personal, se constató la pérdida parcial de la visión en un ojo y el juez ya autorizó el traslado a principios de marzo a la clínica Fleni para ser sometido a estudios.
En esa cita médica, tramitada por su defensa, se harán estudios para comprobar si sufrió un ACV y luego volverá al penal.
La situación de Suarez, que espera que su causas sean elevadas a Juicio Oral, es seguida desde el mundo gremial con expectativa. Es que tras soltarle la mano en una primera instancia, muchos dirigentes empiezan a ver en su detención un primer paso en una avanzada antisindical que ya tuvo tres organizaciones intervenidas.
En paralelo de las intervenciones, tres desde la temprana del SOMU, los marítimos vieron como se convirtió a la actividad en punta de lanza de la estrategia de desregulación de las relaciones laborales y la flexibilización laboral, que ahora amenaza a varios que creían tener certezas.