Un impresionante operativo policial rodeó ayer la planta de Volkswagen, en General Pacheco. Lo hizo de manera «preventiva» ante el anuncio oficial por parte de la compañía de sobre la suspensión de 600 trabajadores por 18 meses. Mientras los obreros comenzaron a recibir telegramas, camiones hidrantes, móviles de Gendarmería y de las policías Bonaerense y local rodearon la fábrica.
Las suspensiones comenzaron con los trabajadores del turno mañana pocos minutos antes de que terminaran su jornada laboral, y eran informadas por los supervisores de cada sector.
“Les hicieron firmar suspensiones por 30 días, pero les dijeron que pasado ese plazo les iban a llegar telegramas para informarles qué pasará el resto de los meses”, señaló Javier Aparicio, trabajador de Volkswagen, al diario El Argentino ZN.
“Esta es la situación a la que nos está llevando la empresa con la Gendarmería afuera, como si fuera que va a haber una rebelión de suspendidos, y con el sindicato (SMATA) custodiando adentro, con las remeritas verdes, todos de verdes, el sindicato y la Gendarmería”, dijo el trabajador.
Ante la incertidumbre, muchos trabajadores planeaban quedarse al concluir sus turnos en las oficinas de los superiores para conocer cuál era su situación. “Salían varios de la oficina muy angustiados, porque a algunos les había tocado”, relató Aparicio.
Para iniciar esta comunicación a sus trabajadores, la compañía pidió el apoyo del Gobierno, que envió un impresionante operativo de fuerzas policiales para rodear la planta. Hay, además, unos 100 efectivos de la Gendarmería adentro de la planta.
El plan de suspensiones, que trascendió ayer, es para un plazo de un año y medio, aunque los anuncios de hoy se están haciendo, en principio, por 30 días.