Atanor mantiene un conflicto con el gremio químico desde el martes último por el anuncio del cierre de sus plantas de Munro y Baradero, y el despido de casi doscientos trabajadores.
En la planta de Baradero donde se produjo un centenar de despidos, intervino el ministerio bonaerense de Trabajo y dispuso la conciliación obligatoria para intentar encontrar una salida que evite las cesantías.
En la planta de Munro, donde hubo 80 despidos, intervino la cartera laboral nacional y el secretario adjunto de la Federación de Sindicatos de la Industria Química y Petroquímica (Festiqypra), Diego Salas, afirmó que «los funcionarios quisieron dictar la conciliación obligatoria pero nosotros fijamos nuestra posición; conciliación obligatoria con los despedidos dentro de la fábrica y la continuidad de la fuente laboral».
El sindicalista agregó que «ante la negativa de Trabajo, los funcionarios dispusieron la convocatoria a una nueva audiencia para hoy al mediodía en la sede laboral» de la avenida Callao 114.
Salas, secretario general del gremio en el orden nacional, recordó además que existe «desde el martes pasado un acampe frente a la planta de Munro del que participan los 80 cesanteados, activistas y miembros de la conducción del gremio».