Lo que intentó ser una demostración de buena voluntad del Gobierno de María Eugenia Vidal, terminó en un papelón de magnitudes inusitadas. Es que la convocatoria a paritaria docentes en un feriado desató un episodio nunca visto: los docentes citados a las 17 horas tuvieron que esperar dos horas a que aparezca algún funcionario que los recibiera para el encuentro.
Mientras todos los gremios esperaban que los atiendan, la reunión se pospuso dos horas y en paralelo, en plena incertidumbre, la cuenta de Twitter de Espacio Clarín publicaba la llegada de la Gobernadora a ese lugar. «Es una demostración de que no les importa la educación pública», señaló uno de los gremialistas presentes a este portal.
Más tarde, cuando finalmente los funcionarios arribaron al cónclave, trascendió que el gobierno propuso actualizar el salario de manera trimestral de acuerdo al índice de inflación. De lo contrario sostuvo su propuesta inicial de una recomposición salarial del 18% en cuatro tramos.
El dirigente de Suteba, Roberto Baradel, señaló que «no hubo propuesta del gobierno» y agregó que «se manejan con un grado de improvisación».
Para coronar una jornada histórica, Vidal anunció desde el mismo Espacio Clarín que convocará a las 60 mil personas que se ofrecieron para dar clases como «voluntarios» durante el paro docente a «brindar apoyo escolar en clubes y centros sociales».
«Hubo 60 mil personas que se ofrecieron para se voluntarios y se los quiero agradecer de corazón. Esta es la Argentina que soñamos. Los voy a convocar. La tarea de nuestros docentes en la Provincia tiene un valor que no puede ser reemplazado, pero sí hay muchas redes de educación no formal en la Provincia: comedores, municipios, asociaciones vecinales, clubes de barrio, lugares donde se da apoyo escolar, y ahí puede cumplir una tarea importante», señaló Vidal.