En medio de la reapertura de una planta automotriz de origen francés, el mandatario dejó en offside el faltazo de Caló a la firma del acuerdo por productividad entre empresarios automotores y los gremios de mecánicos y autopartistas. «Después de meses de trabajo, logramos un convenio con el sector automotriz, que lo firmamos ayer. Nos faltó Caló. No pudo venir porque estaba preparándose para ver a San Lorenzo», dijo Macri a modo de factura.
«Ahí nos comprometimos a llegar a un millón de automóviles en el 2023 y generar más de 30.000 nuevos puestos de trabajo», agregó el Presidente al encabezar un acto en la planta de El Palomar de PSA-Peugeot.
El acuerdo para llevar adelante el «Plan Un Millón» fue firmado este miércoles en la Casa Rosada por funcionarios nacionales, de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, un grupo de empresarios, sindicatos y otros representantes del sector autopartista. Por los mecánicos (Smata) suscribió Ricardo Pignanelli, secreatario General, pero por los metalúrgicos lo hizo Raúl Torres, actual Tesorero y referente de la UOM en Tres de Febrero.
En la fábrica el jefe de Estado recordó un acuerdo similar para la explotación de yacimientos petrolíferos de Vaca Muerta, donde también firmaron «gremios, provincia, Nación y empresas» para fijar «condiciones que van a generar una revolución de empleo» y, a la vez, van a «devolver al país la posibilidad de vivir con nuestra propia energía».
Con estos dos convenios como ejemplo, Macri destacó la necesidad de «seguir reforzando lo más importancia de este cambio» encarado por la gestión de Cambiemos, que son -sostuvo- «los espacios de diálogo y trabajo conjunto».
Sin embargo, durante la marcha de la CGT del 7 de marzo pasado el jefe de la UOM explicó al diario Ámbito Financieto que los metalúrgicos se quedaron con 15.000 puestos de trabajo menos desde la asunción de Cambiemos y que otros 15.000 fueron suspendidos. «A esos 30.000 no los contiene nadie, y el resto están con la incertidumbre de que no saben si van a tener trabajo», detalló.
En ese marco, Caló sostuvo que cuando se le dice al Gobierno que cambie de rumbo «es que tiene que mejorar la situación, pensar más en los trabajadores, tratar de salvar a la industria y que lo que se fabrica en el país no dejar importarlo».