Finalmente y tras casi tres meses de ocupación, los trabajadores de la imprenta AGR-Clarín decidieron abandonar la fábrica ubicada en el barrio de Pompeya, ante una inminente orden de desalojo que se estaba por aplicar en el lugar.
Los trabajadores de la AGR-Clarín, que venían tomando la fábrica hacía 82 días, tomaron la decisión en una asamblea para evitar la represión de la gendarmería, que tenía rodeada la planta.
«Hay un verdadero ejército», había afirmado presente en el lugar, Marcelo Ramal Legislador porteño del FIT.
Desde el grupo de trabajadores que conformaba la toma aseguraron que “la lucha seguirá afuera”, respecto al conflicto laboral que se viene dando desde comienzo de año.
Diversas organizaciones políticas estuvieron acompañando al reclamo, que finalmente concluyó en el fin de la toma por parte de los trabajadores.
El conflicto comenzó a principio de este año, luego de que la empresa notificara el cierre de la fábrica ubicada en Pompeya y despida a 300 trabajadores. Los mismos manifestaron que la esta venía funcionando normalmente y que parte de su producción -por ejemplo revistas- comenzaron a realizarse en otras fábricas.
Las pocas imágenes del operativo que se estaba por aplicar en la fábrica, se consiguieron a través del registro de las personas que se acercaron solidariamente a la imprenta.