«Ganamos con el Frente para la Victoria y el intendente se pasó al Frente Renovador y nos llevó puestos a todos los concejales», explicó a Info Gremiales el dirigente de los transportistas Miguel Figueredo.
Histórico delegado de la empresa de colectivos La Primera de Grand Bourg, Figueredo había entrado como concejal de San Miguel en 2011, cuando De la Torre todavía estaba alineado con el gobierno nacional.
De hecho, Figueredo (líder de la agrupación local Juan Figueredo, en homenaje a su padre desaparecido) se había destacado durante la campaña, aportando militancia y recursos para la elección que ganó De la Torre, por entonces en la lista del Frente para la Victoria.
Y si bien Figueredo iba en el puesto número 10 en la lista de concejales, y tras la elección sólo entraron ocho, De la Torre se llevó a dos candidatos a su gabinete para que el dirigente de la UTA entrara al Concejo. “Vos entrás sí o sí, quedate tranquilo”, le prometió entonces el intendente de San Miguel, y cumplió su palabra.
Pero desde que De la Torre concretó su salto al Frente Renovador de Sergio Massa, Figueredo no pudo ocultar su incomodidad. “Siempre estuve a disgusto en el bloque y yo se lo plantee al intendente”, explica Figueredo.
“Yo respeto el pase de De la Torre, pero yo tengo mi propio pensamiento. Mi papa está desaparecido y el gremio me eligió para que me metiera en política desde el Frente para la Victoria en defensa de sus intereses. Y la verdad es que Massa no representa ninguno de esos valores”, asegura este dirigente transportista, que ganó cinco elecciones seguidas como delegado en la Primera de La Prmera de Grand Bourg, y así se volvió un referente sindical de la zona.
Lo que no contemplaba Figueredo era la sed de revancha massista. Porque después de hacer público que se quedaba en el kirchnerismo, De la Torre concretó una gran movida palaciega para sacarlo del Concejo Deliberante.
Horas después de que Figueredo anunciara su incorporación al Frente para la Victoria, el joaquinismo movió el tablero y dejó sin efecto la jugada. Ordenó el regreso a sus bancas del secretario de Desarrollo Social, Fernando Inzaurraga, y del subsecretario de Gobierno, Andrés Salvaggio, quienes no dejarán sus funciones en el Ejecutivo.
Sobre la ambivalente postura de la UTA, conducida por Roberto Fernández, un moyanista con cierta afinidad por el proyecto de Massa, Figueredo opina: “La UTA se lava las manos y juega un poco acá y otro poco allá. Pero yo tengo una decisión tomada, y si no me apoya el gremio, igual trabajaré para el Frente para la Victoria”.