En la planta que la automotriz General Motors tiene en Alvear, provincia de Santa Fe, 350 trabajadores fueron suspendidos, por el período de nueve meses. La medida tomada por la compañía fue con el acuerdo del gremio de los mecánicos SMATA, pero cuenta con el desacuerdo de los empleados de la firma.
La empresa había anunciado que por la recesión en Brasil, que afectó la exportación nacional a ese destino, y algunos cambios en la producción, se realizarían las suspensiones y que al cumplirse el plazo, si la situación mejora, se volvería a regularizar la plantilla de personal.
Los trabajadores señalan que no se trata de un simple plan de suspensiones, sino que son despidos encubiertos y que los afectados, en su mayoría, tienen enfermedades laborales fruto de sus tareas.
Por ello y para visibilizar el problema, hoy los suspedidos se movilizan a Buenos Aires y alrededor de las 9 de la mañana concentrarán en el Congreso para marchar al Ministerio de Trabajo.