Ningún trabajador que cumple funciones en la autopartista Rodolfo Stockl, ubicado en el Parque Industrial de Burzaco, distrito de Almirante Brown, ingresó ayer a la planta en protesta por el despido de cuatro trabajadores que suman a una cifra que asciende a quince. Denuncian que los cesanteos son sin causa y que el empresariado no cumple con el pago de obras sociales, ART y aportes previsionales.
“La planta no está funcionando”, describió uno de los operarios que hace unos días se le impidió ingresar a su puesto de trabajo, al portal Letra P, luego de indicar que estaba despedido y que después le llegaría la notificación formal. La dinámica se repitió tres veces más en distintos sectores. “Sólo nos pagaron el sueldo del mes, no nos indemnizaron”, agregó el trabajador y detalló que la antigüedad de los despedidos es entre cinco y trece años.
El escenario no es nuevo. Meses atrás ya sucedió con otros operarios que, pese a las protestas, no lograron ser reincorporados. Los trabajadores indicaron que, en el marco de un contexto económico de crisis generalizada, “en el último tiempo bajó un poco la producción y por eso aplican las suspensiones”. Meses atrás, desde la empresa habían indicado se habían presentado un pedido preventivo de crisis en el Ministerio de Trabajo que estaba pendiente de aprobación. “Se trata de una herramienta de subsistencia de la empresa. Estamos en crisis. Si no achicamos los costos, tenemos que cerrar”, había advertido un miembro de la empresa.
A los despidos se suma las suspensiones semanales de alrededor de cuarenta trabajadores; el corte de la obra social desde hace dos años, de los aportes previsionales desde hace tres años y de la ART hace un año.
“Estamos trabajando sin obra social y sin ART”, señaló el trabajador y describió que un operario se accidentó y tuvo que “arreglársela por sus propios medios, no le dieron un solo peso”, indicó.
La paralización de la fábrica, que se dedica a la producción de autopartes para las marcas Toyota, Wolkswagen y Honda, es por tiempo indeterminado. “Por suerte los compañeros se solidarizaron con nuestra situación y no ingresaron a trabajar”, destacaron a la espera de respuestas positivas a sus reclamos.
Consultado sobre las argumentaciones de la empresa para tomar esta decisión, indicaron: “Las causas están inventadas, porque no pueden sostenerla ni en la audiencia que media el Ministerio de Trabajo y por lo tanto no asisten”. Según manifestaron, los dueños sostienen que se trata por acumulación de faltas, sin embargo este lunes el propietario no se participó del encuentro entre las partes.