Los choferes del transporte urbano de pasajeros de la ciudad de Córdoba iniciaron hoy el cuarto día de paro total de actividades en rechazo al aumento salarial del 21 por ciento acordado a nivel nacional, y ratificaron la medida por “tiempo indeterminado”, mientras tanto desde las empresas anticiparon más despidos y desde el municipio capitalino denunciarán penalmente a los conductores.
Los choferes, nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA), ratificaron la continuidad del paro total de actividades por “tiempo indeterminado” a pesar de los más de 70 telegramas de despidos despachados al considerar que hicieron abandono de tareas, al no cumplir con la conciliación obligatoria ni con la declaración de ilegalidad de la protesta dispuesta por el Ministerio de Trabajo de la provincia.
Hoy se realiza el cuarto día de paro total consecutivo, que comenzó a las 4 de la madrugada del último lunes a lo que se debe sumar el paro parcial del viernes 2 de junio, jornada en la que se inició el conflicto.
“No nos asustan las suspensiones ni los despidos. Tenemos el apoyo de los trabajadores de otros gremios que están respaldando nuestros reclamos que son legítimos y vamos a resistir hasta que atiendan nuestros planteos”, manifestó esta mañana a los medios locales Marcelo Marín, uno de los delegados de los choferes que mantienen su vigilia frente a la sede sindical local de la UTA, sobre avenida Vélez Sarsfield al 600.
El principal punto del conflicto es el rechazo al acuerdo salarial del 21 por ciento en tres tramos (entre junio y diciembre) acordado por la UTA nacional, y piden que se aplique un índice distinto a Córdoba para que represente un porcentaje mayor.
El abogado de la Municipalidad de Córdoba, Facundo Zapiola, anticipó que en el curso de esta jornada presentarán denuncias penales en contra de los choferes por “incumplimiento” de la conciliación obligatoria y de la resolución de la ilegalidad del paro, además de “amenazas e incitación a la violencia”, entre otras conductas que consideró “dolosas y delictivas”.
Desde anoche los choferes comenzaron a recibir el respaldo activo de otros sectores gremiales que se movilizaron hasta la sede local de la UTA, situación que se repetirá hoy, cuando se espera que en el curso de la jornada se hagan presentes otras representaciones gremiales de Buenos Aires, lo que motivó al gobierno de la provincia a reforzar los controles preventivos en las rutas para “garantizar la paz social”.
“Tenemos una situación delicada, con un paro que está afectando diariamente a más de 350.000 usuarios, particularmente trabajadores que no cuentan con el servicio del transporte”, manifestó a los medios locales el ministro de Gobierno, Juan Carlos Massei, y ante la posibilidad de que arriben sectores gremiales de Buenos Aires a respaldar la protesta, Massei destacó que se está trabajando conjuntamente con el Ejecutivo nacional para “prevenir y garantizar la paz social”.
El conflicto afecta a las cuatro empresas del transporte urbano de pasajeros que operan en la capital de Córdoba -Aucor, Coniferal, Ersa y trolebuses Tamse-, y para atenuar el impacto de la medida el municipio dispuso de un plan de contingencia que autoriza a taxistas y remiseros a cubrir algunos recorridos a un precio diferenciado, menor a la tarifa habitual, aunque desde el Sindicato de Peones de Taxis rechazaron esa propuesta.
El secretario de Interior de la UTA nacional, Jorge Kiener, se encuentra desde ayer en la ciudad de Córdoba realizando gestiones para destrabar el conflicto, pero hasta el momento no obtuvo resultados ya que entre los reclamos el sector también exige la normalización de la UTA local que se encuentra intervenida desde el año pasado por un conflicto similar al que se refleja hoy con los choferes.
Anoche, además, en el «acampe», que se mantiene frente a la sede del gremio, en avenida Vélez Sarsfield al 500, se hizo presente el sindicato de Luz y Fuerza para brindar su apoyo a los operarios.
El secretario general Gabriel Suárez dijo a Canal 10 que «este es un problema de todos los trabajadores porque es parte de una apretada nacional» y que «a los compañeros de la UTA no los vamos a dejar solos».
También Víctor Taborda, del gremio de remiseros, se declaró «totalmente solidario» con el reclamo, afirmando haber llamado a Marcelo Marín, uno de los delegados que encabeza las asambleas. «Repudiamos la intervención de quienes creen que los trabajadores son todos cabecitas negras.