Fuentes gremiales indicaron que el acuerdo sobrevino luego de «una extensa reunión» que diluyó la amenaza de un conflicto. El sector, que es de los más azotados por los despidos y las suspensiones, se avino al esquema salarial impulsado desde el Gobierno Nacional.
El titular de la AOT, Hugo Benítez, reseñó que «las negociaciones fueron duras», al punto que en varias ocasiones la funcionaria laboral Silvia Squire tuvo que proponer «cuartos intermedios».
El dirigente gremial explicó que «el esfuerzo tuvo sus frutos», ya que el objetivo era no perjudicar» a los textiles.
El gremio exigía una recomposición de los haberes del 25 por ciento y cuatro sumas fijas de 1.000 pesos para junio, julio, agosto y septiembre. Hoy, logró aumentar a 1.500 esos montos (6.000 pesos en total), aunque tuvo que reducir sus aspiraciones anuales al 21 por ciento.
La organización había decidido el estado de alerta y no había descartado las protestas en todo el territorio nacional.