El próximo miércoles 23 de julio, a las 11:00, la CTA será recibida por el Ministro Jefe de Gabinete Jorge Capitanich para tratar la agenda que la central le hiciera al gobierno nacional. El principal ítem de discordia es el impuesto a las ganancias. Las filas de Hugo Yasky proponen bajar sensiblemente sus escalas, es decir, “modificarlo para que sea un impuesto a los altos ingresos”.
Como contraparte, y a manera de claro guiño al gobierno, la Mesa Nacional de la Central propone al gobierno “una amplia convocatoria a las organizaciones gremiales, sociales y empresariales para conformar un ámbito institucional que permita generar un entramado de alianzas sociales en la pulseada que se está llevando adelante con los denominados Fondos Buitres”. Es decir, un fuerte apoyo por el conflicto internacional como moneda de cambio por los reclamos sindicales.
Además de los ya mencionados, también plantean el no descuento del aguinaldo de lo que corresponde al impuesto, la equiparación de las asignaciones familiares a nivel nacional, un adelanto excepcional de la liquidación del aumento correspondiente al segundo semestre de la movilidad jubilatoria, y realizar una reforma tributaria general en un sentido progresivo. En sus términos, “que paguen más los que tienen más”.
Los otros puntos giran en torno a mantener los puestos de trabajo. Para ello proponen la convocatoria al Consejo del Salario y puesta en funcionamiento de la Comisión de Empleo que realice “un monitoreo permanente de la evolución de la conflictividad vinculada a suspensiones y/o despidos”