Desde ayer a la tarde la línea 60 de colectivo está paralizada, por una medida de fuerza declarada por sus trabajadores. Exigen que se mejoren las condiciones de seguridad en las cabeceras. El cuerpo de delegados informó en un comunicado que el paro seguirá hasta que la empresa solucione las falencias de seguridad.
La medida fue votada en asamblea después de que la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) y el Ministerio de Trabajo constataran las irregularidades en las cabeceras.
«Venimos haciendo denuncias desde antes y después de la muerte de nuestro compañero, el mecánico David Ramallo, que en septiembre del año pasado murió aplastado por un colectivo en la cabecera de Barracas», explica el delegado Néstor Marcolín.
Según recordó Marcolín, en ese entonces la SRT detectó 75 puntos que la empresa no cumple en materia de seguridad, como falta de descargas a tierra de la instalación eléctrica o derrames durante la carga de gasoil.
«Esta vez la Superintendencia corroboró que el Grupo Dota no hizo nada y siguen las mismas irregularidades. Mientras, la cabecera de Maschwitz está saturada y también tiene falencias. Alguna autoridad tiene que venir a dar una respuesta», dijo el delegado.
En un comunicado, el Cuerpo de Delegados advirtió: «Los trabajadores de la Línea 60 no podemos arriesgarnos a tener que lamentar la muerte de otro compañero ni la de ningún pasajero. Por esta razón, hemos decidido paralizar las actividades y a mantenernos en estado de asamblea permanente hasta que el empresario deponga su actitud y garantice las condiciones adecuadas de seguridad e higiene».
La línea 60 une la Capital Federal con los partidos bonaerenses de Tigre y Escobar y transporta a 100.000 pasajeros por día. El 1° de junio, también estuvo paralizada porque los choferes reclamaban la reincorporación de diez trabajadores despedidos.